LA PERDONANZA

Perdonanza es un término antiguo que significa indulgencia y tolerancia. El sufijo "anza" añadido a perdón, significa "perdón en acción". En este libro se quiere analizar ese perdón en su extremo más difícil, el perdón de los enemigos.

Dicen que todos sabemos perdonar, aunque perdonar a los enemigos es algo que nos cuesta hacer. Si alguien nos causa un grave daño físico o moral, o a un ser querido, olvidar y perdonar es muy difícil, hasta el punto que hay personas que se llevan el agravio a la tumba. Para entender "la perdonanza", hay que mirar el perdón desde otros puntos de vista. Si decimos que perdonar es "dejar de estar enfadado o resentido (hacia alguien) por una ofensa, falta, o error", resulta que la persona que consigue perdonar, es la primera beneficiada, ya que deja de estar enfadada o resentida. Se trata de pensar o poner el centro de atención, en la persona que perdona y no en el ofensor, del que también nos ocuparemos. Dejamos de estar encadenados al ofensor y nos sentimos libres.

Si nos lo proponemos, perdonar a los enemigos, requiere práctica y es algo que podemos conseguir. Dejaremos de vivir con odio, rencor y angustiados por el miedo a lo que nos suceda. "La perdonanza" nos ofrece ser pacíficos, tolerantes y comprensivos. Al mismo tiempo, mejoramos nuestras relaciones personales y conseguimos la paz interior. Sólo tenemos que intentarlo.

martes, 4 de agosto de 2009

MASACRE EN PENSILVANIA

LA NOTICIA

Nickel Mines, Pensilvania, EE. UU..- El 2-10-2006, un individuo de 32 años, Charles Roberts, asesinó a tiros a cinco niñas e hirió a otras cinco en el asalto a un centro colegial de una comunidad rural amish, en el corazón de una de las comunidades más pacificas de los Estados Unidos.
El atacante entró armado con una pistola y un rifle, dejó ir a los adultos y a los alumnos varones y como rehenes quedaron nueves niñas, de 6 a 13 años, y una adolescente , ayudante de la maestra. Bloqueó todas las puertas con muebles y con tablones –que aparentemente había comprado cuando iba camino de la escuela-, alineó a las niñas contra la pizarra y las inmovilizó atándoles los pies con cinta adhesiva. Una de las maestras que liberó, había intentado dialogar con el asesino y le había ofrecido su vida a cambio de la liberación de sus rehenes. Le había preguntado por qué actuaba así y él contestó que “estaba enojado con Dios”.
Cuando la Policía llegó, ejecutó a sus rehenes disparándoles a la cabeza, para finalmente suicidarse.
El asesino, era un repartidor de leche, casado y padre de tres hijos. Había trabajado normalmente de madrugada, y por la mañana acompañó a sus hijos hasta la parada del autobús escolar. Su ataque había sido planeado meticulosamente, por el tipo de maderas, esposas, lubricante y otras cosas que llevó a la escuela. En la casa había dejado un par de notas de despedida.
“El escenario del crimen es horroroso”, afirmó uno de los policías que entró en la escuela. Las imágenes de la televisión mostraron a las familias amish llorando en los caminos cercanos a la escuela, deambulando en estado de shock, las mujeres con largos vestidos negros y cofias blancas, los hombres con pantalones de tirantes y sombreros de paja.
“Nadie asumirá la defensa de un hombre que irrumpe en una escuela y mata a tantas niñas inocentes”, escribe The New York Times en un editorial. La familia de Roberts divulgó la siguiente declaración: “Nuestras vidas están destrozadas y lloramos por las vidas inocentes que se perdieron”

LA COMUNIDAD AMISH

Fue precisamente a esta zona donde llegó el primer grupo de amish entre 1720 y 1730. La comunidad amish tiene 50.000 miembros en Pensilvania, de los 200.000 repartidos en una veintena de estados del país. Son protestantes de origen anabaptista y es un grupo cultural y étnico fuertemente unido, descendientes de inmigrantes suizos de habla alemana. Entre las costumbres de los amish destacan su renuncia al uso de la electricidad, no utilizan automóviles, ni medios de comunicación (televisiones, radios, etc.), se niegan a formar parte del Ejército y bautizan a sus miembros en la edad adulta. El perdón es un principio fundador de su movimiento protestante. Tratar a sus vecinos como a uno mismo, no pelearse, no resistir, están entre sus valores. Viven principalmente de la agricultura y de pequeños negocios. La película de Harrison Ford “Único testigo”, les dio a conocer al resto del mundo.


LA REACCIÓN DE LOS AMISH

A pesar de ser una sociedad acostumbrada a la violencia, esta masacre causó un fuerte impacto emocional, encogiendo los corazones de muchos padres y abuelos, a lo largo y ancho del país, con demostraciones de dolor y simpatía hacia la familia de las víctimas.
Sin embargo, para sorpresa de todos, las familias de las pequeñas víctimas no mostraron ningún espíritu de venganza o de cólera.
A través de lo medios de comunicación, se transmitía que los Amish estaban haciendo declaraciones públicas de perdón hacia el asesino, y estaban expresando su amor y preocupación por la desconsolada viuda y sus tres pequeños hijos, así como por los padres del mismo.
Una reportera entrevistó a una persona que declaró que era perfectamente normal para los Amish extender su perdón. Explicó que si un coche embestía a uno de los carros de caballos en los que desplazan y moría alguno de los ocupantes, la familia de las víctimas siempre contactaban con el conductor del coche. Sin excepciones. En este caso, varios miembros de la comunidad amish, se habían dirigido, la misma noche de la masacre, a visitar la familia de Charles Roberts para confortarles y decirles que de ninguna forma les hacían responsables de lo sucedido. Él ha sido perdonado y su familia también. Habían llorado mucho ese día pero su gente se encontraba más cerca de Dios. La reportera cerró la entrevista diciendo: “Me estoy dando cuenta que no sabía lo que era el perdón hasta hoy”.
Marie Roberts, la viuda, más tarde escribió a la comunidad Amish: “Nuestra familia quiere hacerles saber que nos sentimos abrumados por el perdón, la gracia y la caridad que han extendido sobre nosotros. Su amor por nuestra familia nos ha ayudado a obtener la recuperación que tan desesperadamente necesitamos. Su compasión ha llegado más allá de nuestra familia, de nuestra comunidad, y está cambiando nuestro mundo, por lo que expresamos nuestro más sincero agradecimiento. ¡Gracias! ¡De verdad!.
Hubo gente incapaz de entender esta reacción. Ellos eligen perdonar a pesar de sus emociones. No solamente perdonan a su enemigo, sino que tampoco le condenan.